martes, 19 de mayo de 2009

DIOS, EL PADRE QUE NO ABANDONA

Nicanor Becerra Castañeda

La familia esta en crisis lo afirman todo tipo de especialistas; si la familia està crisis, la sociedad tambien lo està. Basta dar una mirada a la diversidad de problemas sociales que afectan a nuestras comunidades: pobreza, violencia, desempleo, drogadiccion, prostitucion, abortos, analfabetismo, exclusion social, corrupcion, estress, suicidios, precosidad y libertinaje sexual, impunidad, guerras, enfermedades; en este escenario , el impacto en la familia, se manifiesta en su estructura, funciones y en la misiòn que tienen como cèlulas de la sociedad. La familia està en crisis, aumenta el indice de divorcios, de padres y madres que abandonan a sus hijos, de embarazos prematuros en niñas y adolescentes, incremento de la violencia familiar, maltrato fìsico y psicològico a mujeres y niños, inseguridad econòmica, insatisfacciòn de las necesidades bàsicas en alimentaciòn, salud, educacion, vivienda decorosa, con las consiguientes secuelas traumàticas en los hijos, quienes son a corto plazo, futuros padres y jefes de familia.

En este caos que significa la vida moderna, a pesar del desarrollo cientìfico y tecnològico, el sentimiento de infelicidad es cada vez mayor particularmente en los jòvenes y niños que padecen todo tipo de inseguridades (afectivas, sociales,economicas, educativas) las que no son satisfechas por sus padres (o sòlo por el padre, o sòlo por la madre) . Demàs està decir el incremento de los sentimientos de frustraciòn, de culpa, de soledad, de abandono, de tensiòn emocional , rabia y humillaciòn que se va acumulando y que se expresaràn negativamente en diversas formas : rebeldìa, alcoholismo, libertinaje sexual, drogadicciòn, bajo rendimiento acadèmico, repitencia, deserciòn escolar, abandono del hogar, formaciòn de pandillas; en suma, fracaso en su vida personal, traumas y fuertes resentimientos y acusaciones particularmente hacia el padre ,sea por su incapacidad, irresponsabilidad o abandono de sus obligaciones como tal.

Es comùn que los hijos culpemos a nuestros padres biològicos de todas nuestras frustraciones, amarguras,penas y fracasos; y vivimos atormentados , dolidos, torturados por traumàticos recuerdos, señalandolos con el dedo, juzgàndolos y condenàndolos en el infierno de nuestro resentimiento. Vamos por el mundo, arrastrando cadenas de amargura, de odios, venganzas y temores; y cada vez mas nos hundimos en el fango de nuestras propias debilidades y errores humanos.

La experiencia vivida me ubica como hijo y como padre. Como tal, he sufrido en carne propia muchos sinsabores ocasionado por mi progenitor (intencionado o no), pero aprendì a no culpar a mi padre y lo aceptè con todos sus errores; quiza esta misma actitud, no lo tengan mis hijos conmigo , actitud que estoy seguro muchos jovenes y niños tienen para con sus padres. A ellos me permito darles un mensaje de esperanza, de fe y de amor, invitàndolos a reflexionar mas allà de las dolorosas circunstancias que les ha tocado vivir.

Y que mejor que volver nuestros ojos y nuestros corazones hacia un Padre que siempre està; un Padre que tenemos olvidado, relegado o que lo tenemos presente de los labios hacia afuera. Y es que el "Padre nuestro que estás en los cielos..." lo sentimos tan inalcanzable y ajeno a nuestras necesidades inmediatas. Hemos perdido la fe, la perspectiva del Dios Padre, creador de todo lo que existe y, por tanto Padre nuestro, del que somos sus hijos, como lo es nuestro señor Jesus. Estamos tan concentrados en nuestra pequeñez humana, en las carencias cotidianas, en los antagonismos con nuestros padres biològicos, que nos olvidamos que por encima de ellos, esta Dios nuestro supremo padre, presto a consolarnos, a cobijarnos, a darnos su protecciòn, su amor, su bondad, a curarnos nuestra heridas, nuestros trumas y darnos "nuestro pan de cada dìa" y todo lo que podamos pedirle en fe y oraciòn. Si lo hace con las aves y flores (a quienes da de comer y viste), cuànto mas si somos sus hijos bienamados.

La crisis de la familia y de la sociedad, es en realidad una crisis de fe, de haber relegado a Dios Padre y las enseñanzas de su hijo, nuestro señor Jesùs, a un segundo plano . Se trata en consecuencia de retomar los principios cristianos que contienen las sagradas escrituras, de practicar esos principios que nos permitan ser semejantes a Dios Padre que es un Padre lleno de amor,bueno, humilde, creador, bondadoso, misericordioso, solidario, y seguir el ejemplo como modelo de vida de su hijo Jesùs. Si nuestros padres biològicos nos fallan, nos abandonan, nos hieren, nos maltratan, ahi esta Dios Padre quien nos abre los brazos para cubrir nuestra necesidades de amor , de afecto, de bendiciones materiales y espirituales. Esto serà posible, en la medida que nos acerquemos a El, nos comuniquemos con El, con fe y creamos en El.

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